Thursday, December 14, 2006

Teatro Regional




Angelo Bustos Díaz
cel.: 99316759

Peña señores ¡¡¡¡




Angelo Bustos Díaz
cel.: 99316759

PINOCHET

Martes 12 de diciembre Feriado
La Asunción de Pinochet

Bueno se murió, que novedad… pero yo quería comentar un poco sobre
aquel repetido "sentimiento de alegría" provocado por la muerte del
dictador.

¿Sintió alguien efectivamente alegría en el momento exacto de
enterarse de la mentada noticia? Estoy seguro que los únicos que
sintieron verdadera alegría con esta esperada muerte fue la familia
Pinochet y la derecha, las gafas oscuras logran maravillas… alegría de
unos porque efectivamente no querían ver a su ser querido sufrir más,
otros por la fortuna de su ser querido y la derecha ni hablar…

Alegría, efectiva felicidad, aquella sensación que todos en algún
momento de nuestras vidas hemos sentido, por uno u otro motivo…

Por ejemplo el sentimiento que sintieron los bolivianos que eligieron
a Evo como su presidente, o la que sintieron los venezolanos al ganar
las últimas elecciones teniendo la oportunidad de profundizar la
Revolución Bolivariana… me refiero a esa sensación… la alegría, la
felicidad del triunfo, de la victoria, del amor encontrado y todo lo
demás…

Sin ser aguafiestas o agua funerales les diría que todos aquellos que
queríamos ver al dictador condenado no deberíamos haber sentido
alegría…
Ofuscación como mínimo, rabia contenida que nos hiciera reaccionar…
luego un poco de serenidad… lo que se viene no es el termino de la
historia tras la muerte del bandido, lo que se viene es la
consolidación de una tremenda confusión histórica. Confusión para las
nuevas generaciones quienes no podrán evaluar correctamente lo
acontecido, pues nosotros les hemos heredado algo a medias, una
alegría que no es tal. Una contra celebración para el bronce de las
portadas de diarios divididas en la foto.

Quién juntaba más gente era la competencia. Y claro juntamos más gente
y que bien… ahora preguntémonos quién gano y quién sigue ganando.

Miralos como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los railes
que conduzcan a la cumbre
locos, porque nos deslumbre
su parasita ambición. (Aute, La Belleza)

Allende no quiere que le juntemos más gente para competir con el
funeral de Pinochet, Allende quería que se abrieran las alamedas para
que "transitara el hombre libre", lo que "en moderno" sería que
pudiéramos utilizar nuestras calles y carreteras sin peajes, pero los
pobres no tienen autos y la clase media está demasiado endeudada para
salir de paseo. Las alamedas amplias y libres del conocimiento en
buenas escuelas, colegios, institutos y universidades. Las alamedas
libres de contaminación, sin basura radioactiva ni hectáreas de tierra
fértil inundadas… y todo lo demás.

Derrota tras derrota…

Bien por la convocatoria a ensalzar la figura de Salvador allende,
bien que se junten miles a tomar hasta reventar por que el malo se
fue, pero según las leyes de la iglesia, nos guste o no, se fue a
mejor vida, qué será la mejor vida no lo se, pero había allí unos
sacerdotes haciendo todos los arreglos pertinentes para el viaje, más
encima y a vista y paciencia de todos los chilenos y en cadena
nacional vemos la asunción de Pinochet, a lo más rock star. Estoy
seguro que si Maria ascendiera a los cielos en este siglo, lo haría en
un helicóptero Puma.
Mejor sería escuchar a Aute:

Digo que soy libre
y cuando lo digo
dinamito las razones más exactas
de los estrategas
que me recomiendan
que lo último a perder es la
esperanza.
Qué puedo hacer, qué puedo hacer,
si ni
el odio queda por vencer.
Digo que soy libre
y no me
da miedo
proclamar esa locura entre las luces
simples y ruidosas
de nuevos conversos
propietarios de las más altas virtudes.
Qué puedo hacer,
qué puedo hacer,
si me duele tanto envejecer.
Para caer en mi propio error... (Aute, Digo que soy libre)




Angelo Bustos Díaz
cel.: 99316759