Monday, September 25, 2006
Pensando la Educaión chilena
Ensayo sobre la Educación Chilena
Me gustaría empezar este texto haciendo referencia a nuestra constitución, idealmente citando el o los artículos que se refieren en específico a la Educación Chilena. Textos de máxima factura legal, inspiradores y sólidos contenedores del espíritu republicano de los grandes gobernantes y gobiernos. Lamentablemente sabemos que esa no es la realidad de nuestra nación.
Citaré algo más sencillo, tanto así que la copié de una simple página de Internet, ningún profundo estudio, tan solo el lugar desde donde personas del mundo entero podrán enterarse de una cruda verdad.
"La Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza: Fue aprobada por la Junta de Gobierno, que en aquellos años ejercía las función legislativa en Chile, y promulgada por Augusto Pinochet Ugarte el 7 de marzo de 1990, siendo publicada en el Diario Oficial el 10 de marzo del mismo, último día del Régimen Militar."
Así vemos que en Chile hablar de la LOCE y su derogación, una educación de calidad para todos los niños y jóvenes chilenos o una vida digna para los ciudadanos de esta nación es entrar en la arena de la polémica y el debate, pero ¿Qué seres humanos bien educados estarían en contra de debatir ideas? ¿Qué ciudadanos poseedores de una educación de calidad podrían negarse a conocer y hacerse parte de los asuntos propios de su nación? ¿Qué personas poseedoras de excelentes conocimientos negarían para si y para los demás la posibilidad de enriquecer la vida mediante una educación de calidad?
Estas simples preguntas me hago cuando pienso en la educación de este país y de que manera mejorarla. Al tratar de responderlas voy encontrando respuestas entre escombros, trozos de piedras de viejas construcciones arrasadas cuando eran monumentos o simples edificios en construcción, piedras que juntas formarían parte de la historia de esta nación, pero que también serían parte de una historia común a muchas otras naciones infectadas por la misma peste de la ignorancia.
Y lo trágico es que el actual sistema finalmente no asegura que todos aprenderán - esto está claro- no obstante hasta el momento ha sido muy hábil en escoger selectivamente a quienes si enseñará y cuan bien lo hará. Esto lo sabe mucha gente pero la situación sigue tal cual está.
Mientras, los cerebros de los niños chilenos se pudren en las escuelas y liceos gracias a la falta de herramientas motivantes, oportunidades, humedad, goteras, profesores del siglo XIX y a la pasta base de cocaína que consume sus primeras genialidades.
Los cerebros de los universitarios chilenos, por otro lado, se secan gracias a la inconsistencia, precariedad e impertinencia de su insípida formación; la irrelevancia de sus capacidades en la definición de los mejores caminos para la sociedad y la absoluta desconexión del mundo real.
Los chilenos, los jóvenes chilenos, entre otras cosas, debemos refundar nuestra educación...
Angelo Bustos Díaz
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