Jóvenes Chilenos de abril y mayo

Jóvenes Chilenos de abril y mayo I.

Los jóvenes chilenos nos enfrentamos a un futuro incierto, no es ninguna novedad. Tampoco es novedad que a las autoridades del país este asunto les de lo mismo. El discurso por la participación de los jóvenes en política, en defensa de la soberanía y otras instancias ciudadanas es uno más de los discursos protocolares absolutamente carentes de intenciones y de sinceridad. Y aún así somos más de 2 millones los que si votáramos podríamos cambiar el escenario electoral. Muchos políticos temblarían viendo que su elección ya no se decide ni está tan segura entre las cuatro paredes del binominalismo. Necesariamente tendrían que sumar un elemento más a la esquizofrenia electoralista de fin de año.
Las autoridades saben que tienen la sartén por el mango. Saben ellos que los jóvenes de hoy seguimos no estando “ni ahí”, fumamos pasta base, aspiramos “neopren”, vagamos todo el día, “carreteamos” sin parar, “tomamos chelas”, muy pocos tramos de estudiar, trabajamos con la cabeza gacha, y hacemos el Servicio Militar Obligatorio en donde morimos abandonados y de hipotermia por amor a la patria. Desde esta realidad no somos relevantes. Por eso el presidente Lagos no nos escucha cuando queremos opinar y proponer en pos de la Educación Chilena. Por eso nadie escuchó a los conscriptos que no querían salir a marchar a morir en la nieve. Como asegura el presidente y el ministro de educación, nosotros no entendemos que esta ley es un avance, “los universitarios son egoístas”. Como les debe haber dicho el comandante del 17º Regimiento de Los Ángeles a los jóvenes militares muertos: “salgan a marchar mierda”. Pero vale, “no somos nadie”. Por eso son más importantes los F-16 para la, también joven, oficialidad del aire, las barcazas, el ejercito moderno ABC1 y no el equipamiento profesional para los pelados comunes del campo y de las poblaciones.
Angelo Bustos Díaz. Estudiante. Universidad de Concepción.
angelobustos@gmail.com

Señor director:
Jóvenes Chilenos de abril y mayo II

Entre abril y mayo los jóvenes chilenos hemos estado más presentes en la agenda nacional, para algunos, solamente un dolor de cabeza más mostrado por televisión. El resumen final lo hará la gente en sus casas. Los universitarios seremos más o menos egoístas, vándalos, mentalmente perturbados o intelectualmente incapaces de entender las leyes. Los licéanos seguirán siendo niños que no saben lo que hacen, pelusas sin futuro y también vándalos. Los reclutas serán hoy “héroes de paz” y otro eslabón más del Chile que crece con tremendas desigualdades.
Solo una cosa más. Si todo esta bien, si “en el país las instituciones funcionan” y el último 21 de mayo fue nuevamente la fiesta del Chile del siglo 21 ¿Qué explica que ningún político pueda atravesar caminando tranquilamente por los campus universitarios? (incluido el presidente). O ¿qué le dirán esos mismos políticos (incluido el presidente) a las madres de mayo chilenas, cuando una de ellas quiera preguntarles por el futuro de los otros hijos que le quedan?.
Los temas de la agenda nacional no solo la proponen los profesionales de la política. Vemos que la muerte obliga a escuchar y esperemos que también a legislar sobre lo que realmente importa a los chilenos de a pié. El Servicio Militar Obligatorio, la igualdad de oportunidades, la educación, etc. son sin duda grandes preocupaciones de muchos jóvenes, padres, madres y electores en general. Y solo para recordar, otras pequeñas pero importantes cosas son: chaquetas gruesas, pantalones de invierno, zapatos para la nieve, lápices, cuadernos, libros, raciones alimenticias, cultura, música, teatro y el equipamiento necesario para “...nuestros jóvenes valientes, obligados, voluntarios, soldados, estudiantes y cesantes que habéis sido de Chile el sostén...”
Angelo Bustos Díaz. Estudiante. Universidad de Concepción.
angelobustos@gmail.com