Torrente de mentiras en Valle Nonguén

Torrente de mentiras y tergiversaciones luego del desastre en Valle Nonguén.

La noche del 26 de Junio muchos pudieron morir ahogados, golpeados o electrocutados; las casas eran un pantano y otras fueron arruinadas o arrastradas por la corriente. Solo la colaboración recíproca ayudó a que LO PRIMERO no ocurriera.
La subida del estero Nonguén fue tan repentina que la idea de una anormalidad en los embalses de Essbio se propagó en esos días como la bronconeumonía.
La empresa entregó días después una declaración pública afirmando que en ningún momento habían abierto las compuertas de sus embalses.
El detalle es que el embalse Rojas jamás poseyó dichas compuertas y simplemente su muro de piedra y tierra colapsó.
Ante las acciones judiciales de los vecinos, Essbio se defiende afirmando que el volumen de agua que salió del embalse Rojas es mucho menor a los 4 millones 500 mil metros cúbicos que se calcula anegaron el valle Nonguén.
Sin embargo, ese calculo se realizó considerando una altura promedio de 1m y 50 cm, en los sectores afectados, lo que no es correcto, pues el agua alcanzó ese nivel solo en el sector rural
camino al fundo y en algunos tramos de la avenida Camino a Nonguén (a orillas del estero). En el resto de las zonas el lodo subió mayoritariamente desde 1 metro a 20 cm.
Actualmente los vecinos intentan retomar sus vidas normales y empiezan a organizarse para exigir las soluciones definitivas que desde el 2003 vienen prometiendo Tohá y van Rysselberghe.